domingo, 28 de febrero de 2010

Un caso de Innovación Emprendedora


Haz de la innovación tu mejor aliado
Por: Germán Sánchez
Ofrecer productos de calidad ya no es suficiente para satisfacer a un público cada vez más exigente. Descubre cómo Urman, marca dueña de 1,500 modelos de cuadernos y accesorios de oficina, multiplicó 10 veces su tamaño en sólo seis años.
Llevar colecciones de ropa y accesorios a desfiles dejó de ser un asunto exclusivo de diseñadores. Manuel del Castillo Uribe, ingeniero industrial, hizo caso a su intuición, investigó qué quería el mercado y se sorprendió con lo que encontró. "Existe un segmento al que le gusta vestir bien, tener una presencia agradable y darse ciertos lujos", dice. Entonces, ¿por qué no convertir un producto tradicional como un cuaderno o una libreta en un artículo de moda capaz de lucir, incluso, en una pasarela?
Así es. El emprendedor retó los modelos del mercado y formó una línea exclusiva de agendas, libretas escolares, artículos de oficina y accesorios cuyo sello distintivo fue, precisamente, la innovación. El primer paso, recuerda Manuel, consistió en cambiarle la cara a los cuadernos y libretas que, durante años, pasó inadvertida. Para ello, incorporó colores llamativos, diseños divertidos y personajes de caricaturas clásicas. Y lo mejor, sin descuidar la calidad de los productos.
Pero no es tan simple como ponerle una portada bonita a un cuaderno. ¿Cuál es la fórmula? Manuel del Castillo fue más allá de cambiar la imagen a un producto: revolucionó una industria dominada por grandes compañías que al parecer tenían el control sobre el mercado. De esta manera, hace 17 años, en Nuevo León, fundó Productos Urman a fin de llevar moda a un nicho, hasta entonces, no explorado.
La diferencia frente a sus competidores, señala el Director General, es que su empresa descansa en un departamento de diseño encargado de desarrollar un proyecto por cada artículo antes de su lanzamiento. Por otro lado, un área especializada realiza sondeos permanentes para conocer cómo perciben los consumidores sus productos. Y no sólo eso. Como parte de su estrategia de publicidad, las nuevas colecciones de Urman desfilan en pasarelas junto a reconocidas marcas de ropa.
Los novatos del año
Aún estudiando en la universidad y con ahorros propios como capital para partir, Manuel del Castillo inició su carrera de emprendedor con la fabricación de artículos de piel y semipiel. Al año siguiente, incursionó en la producción de agendas y, paulatinamente, evolucionó hacia artículos de oficina. "Conocía a personas del departamento de mercadotecnia de algunas compañías y me pedían que les diseñara accesorios para sus corporativos", cuenta. Pronto se posicionó como líder del sector de productos institucionales y parecía que todo estaba resuelto.
Luego de superar la crisis económica que vivió el país a mediados de la década de los 90, Urman se cuestionó sobre cuál sería su futuro en la industria. La respuesta: no parar de innovar. Así que para empezar esta nueva etapa formó, en 1996, una alianza estratégica con Disney para fabricar una línea ejecutiva utilizando sus personajes. El resultado fue satisfactorio para ambos, y la compañía estadounidense reconoció a la empresa mexicana como "Novatos del año" en 1997.
A partir de entonces, Urman incorporó más de 40 licencias externas de la talla de Warner Brothers y Mattel. "Utilizamos las marcas clásicas en un 70%, en tanto que las de moda sólo un 30%", afirma del Castillo, quien agrega: "El uso de licencias es parte de nuestra estrategia general para insertarnos en el mercado y competir de tú a tú frente a otras opciones".
Como si esto fuera poco, el departamento de diseño de la firma regiomontana ha desarrollado 30 marcas propias que ya son identificadas por el público. Entre ellas destacan Fashion, Happy Days, Femme y Changolos.


¿Dónde están los clientes?
Con un mercado que cada vez demandaba más productos y una mayor variedad vino la consecuencia lógica: crecer. ¿Cómo lograrlo? Desde 1999, Manuel buscó incorporar una nueva línea de cuadernos de pasta dura. "La idea era forrarlos con un diseño más atractivo", explica. De este modo, Urman pasó de ser una empresa enfocada en el mercado corporativo, para entrar de lleno a un segmento más juvenil y asumir el liderazgo en poco tiempo.
El cambio de la compañía regiomontana fue radical: combinó calidad, funcionalidad y portadas innovadoras, todo con el objetivo de conquistar a un público más numeroso y exigente, integrado por personas de entre 13 y 25 años, ávidas de productos y servicios que no dejen de sorprenderlos. "En este segmento no compites por precio, sino que tienes la ventaja de marcar nuevas tendencias, diferenciarte de tu competencia y ser pionero en el mercado", asegura.
La apuesta por ampliar su base de consumidores provocó que, de 2001 a 2007, Urman aumentara 10 veces su tamaño. "Con esta evolución también llegamos a más puntos de venta, desde pequeñas papelerías hasta tiendas comerciales, especializadas y departamentales", enfatiza del Castillo. Este crecimiento llevó a la empresa a iniciar, a partir de 2003, un proceso de expansión global por medio de la apertura de tres plantas ubicadas en Chile, Centroamérica y Asia.
En este contexto, México se mantiene como el cerebro operativo desde donde definen las características de los nuevos modelos y coordinan que los centros de producción sigan los requerimientos marcados.
Crecer a un ritmo acelerado tiene explicación: alianzas estratégicas y visión para detectar nuevos mercados para crecer. En Chile, por ejemplo, encontró al tercer exportador mundial de astillas -de las que se obtiene materia prima para producir papel. Según cifras de la Corporación Chilena de Madera (Corma), el país posee 16 millones de hectáreas de bosques, de las cuales un 13.5% corresponde a cultivos forestales destinados a la producción maderera. Por su posición geográfica, Chile representa un punto clave para completar los planes de expansión de Urman en Sudamérica y El Caribe.
Marca de clase mundial
Hoy, Urman es líder de su segmento, maneja más de 1,500 productos, posee líneas de carpetas, cuadernos, libretas, accesorios para oficina, portafolios, agendas, estuches escolares, mochilas, loncheras, y cada día incorpora nuevas colecciones. A casi dos décadas de su fundación, la empresa trabaja con 200 empleados y hasta 800 en temporada escolar. "El factor humano es esencial, ya que de nuestros colaboradores depende no sólo la producción, sino el servicio dado al cliente y hasta la forma en que se exhiben los productos en las tiendas", aclara Manuel del Castillo.
Atrás quedaron los primeros obstáculos: romper los paradigmas que existían dentro del mercado, posicionar la marca frente a sólidos competidores y transformar las estrategias clásicas para conquistar a los consumidores. Urman corrió el riesgo de innovar y ganó. Durante el camino encontró nuevos canales de comunicación -como es el caso de su participación en las pasarelas- y, gracias a ellos, supo que el mercado ponderaba un elemento en especial, incluso por encima del precio: moda.
Los próximos planes de Urman apuntan hacia la consolidación de su presencia en México y en otros países donde tiene representantes directos como en Puerto Rico, Colombia, Panamá, Venezuela, por mencionar algunos. La empresa proyecta cuadruplicar su crecimiento para 2011 y con ello asumir el liderazgo en todo América Latina. "Fui el primer empleado de Urman, logré que sobreviviera y que hoy sea una gran compañía, por eso, para mí significa cuatro palabras: innovación, moda, diseño y calidad", sentencia el Director General.
CLAVES
1. Arriesgarse a innovar vale la pena, pero primero estudia el comportamiento del mercado e identifica qué es lo que demanda.
2. Incrementa constantemente tu oferta para darle más opciones a tus clientes.
3. Crea alianzas estratégicas o asóciate con otras empresas para explorar nuevos territorios.
4. Aunque decidas renovar tu producto o servicio, no descuides la calidad.
5. Apuesta siempre por ofrecer cosas diferentes.
Nada es para siempre
¿Qué tan importante debe ser la innovación para una empresa? Luis Arnal, director general de In/situm y especialista en el tema, opina que este elemento es la clave que marcará el éxito de los negocios. Para empezar, debes tener la visión de conocer tu mercado y utilizar esta valiosa información para anticiparte a sus deseos. Si descubres que tu oferta no responde a estas expectativas, no lo dudes, cambia e implementa nuevas soluciones.
El Walkman, de Sony, por ejemplo, marcó a toda una generación desde que apareció en 1979 y se mantuvo como líder indiscutible durante dos décadas consecutivas. Sin embargo, un osado se atrevió a retarlo y vencerlo en su propio juego. Así, en 2001, nació el iPod de Apple. Y en sólo seis años vendió sus primeras 100 millones de unidades. ¿Cuál fue su secreto? Innovación. Crear un producto diferente y original, que ha conducido a grandes compañías como Levi's a lanzar colecciones diseñadas especialmente para portar estos reproductores de música.
Pero recuerda, no todo es para siempre. Si no innovas constantemente, quizá no haya mañana para tu negocio.
http://www.soyentrepreneur.com/home/index.php?p=nota&idNota=5803

miércoles, 24 de febrero de 2010

Biografía de Henry Ford


Henry Ford
Empresario norteamericano (Dearborn, Michigan, 1863-1947). Tras haber recibido sólo una educación elemental, se formó como técnico maquinista en la industria de Detroit. Tan pronto como los alemanes Daimler y Benz empezaron a lanzar al mercado los primeros automóviles (hacia 1885), Ford se interesó por el invento y empezó a construir sus propios prototipos. Sin embargo, sus primeros intentos fracasaron.
No alcanzó el éxito hasta su tercer proyecto empresarial, lanzado en 1903: la Ford Motor Company. Consistía en fabricar automóviles sencillos y baratos destinados al consumo masivo de la familia media americana; hasta entonces el automóvil había sido un objeto de fabricación artesanal y de coste prohibitivo, destinado a un público muy limitado. Con su modelo T, Ford puso el automóvil al alcance de las clases medias, introduciéndolo en la era del consumo en masa; con ello contribuyó a alterar drásticamente los hábitos de vida y de trabajo y la fisonomía de las ciudades, haciendo aparecer la «civilización del automóvil» del siglo XX.
La clave del éxito de Ford residía en su procedimiento para reducir los costes de fabricación: la producción en serie, conocida también como fordismo. Dicho método, inspirado en el modo de trabajo de los mataderos de Detroit, consistía en instalar una cadena de montaje a base de correas de transmisión y guías de deslizamiento que iban desplazando automáticamente el chasis del automóvil hasta los puestos en donde sucesivos grupos de operarios realizaban en él las tareas encomendadas, hasta que el coche estuviera completamente terminado. El sistema de piezas intercambiables, ensayado desde mucho antes en fábricas americanas de armas y relojes, abarataba la producción y las reparaciones por la vía de la estandarización del producto.
La fabricación en cadena, con la que Ford revolucionó la industria automovilística, era una apuesta arriesgada, pues sólo resultaría viable si hallaba una demanda capaz de absorber su masiva producción; las dimensiones del mercado norteamericano ofrecían un marco propicio, pero además Ford evaluó correctamente la capacidad adquisitiva del hombre medio americano a las puertas de la sociedad de consumo.
Siempre que existiera esa demanda, la fabricación en cadena permitía ahorrar pérdidas de tiempo de trabajo, al no tener que desplazarse los obreros de un lugar a otro de la fábrica, llevando hasta el extremo las recomendaciones de la «organización científica del trabajo» de F. W. Taylor. Cada operación quedaba compartimentada en una sucesión de tareas mecánicas y repetitivas, con lo que dejaban de tener valor las cualificaciones técnicas o artesanales de los obreros, y la industria naciente podía aprovechar mejor la mano de obra sin cualificación de los inmigrantes que arribaban masivamente a Estados Unidos cada año.
Los costes de adiestramiento de la mano de obra se redujeron, al tiempo que la descualificación de la mano de obra eliminaba la incómoda actividad reivindicativa de los sindicatos de oficio (basados en la cualificación profesional de sus miembros), que eran las únicas organizaciones sindicales que tenían fuerza en aquella época en Estados Unidos.
Al mismo tiempo, la dirección de la empresa adquiría un control estricto sobre el ritmo de trabajo de los obreros, regulado por la velocidad que se imprimía a la cadena de montaje. La reducción de los costes permitió, en cambio, a Ford elevar los salarios que ofrecía a sus trabajadores muy por encima de lo que era normal en la industria norteamericana de la época: con su famoso salario de cinco dólares diarios se aseguró una plantilla satisfecha y nada conflictiva, a la que podía imponer normas de conducta estrictas dentro y fuera de la fábrica, vigilando su vida privada a través de un «departamento de sociología». Los trabajadores de la Ford entraron, gracias a los altos salarios que recibían, en el umbral de las clases medias, convirtiéndose en consumidores potenciales de productos como los automóviles que Ford vendía; toda una transformación social se iba a operar en Estados Unidos con la adopción de estos métodos empresariales.
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/ford_henry.htm

Ford

Henry Ford, uno de los grandes emprendedores de la historia
Si hablamos de las personas que se hicieron a sí mismas, Henry Ford es el paradigma por excelencia. Después de que terminó de cursar los estudios primarios, sus padres decidieron que lo mejor para él era que comience a trabajar en la granja familiar en lugar de que prosiga con sus clases en la escuela. Ya desde temprana edad, el pequeño Henry manifestó su afición por la mecánica y, mientras cumplía con sus labores en la granja, se pasaba gran parte del día en un taller que había improvisado dentro de la propiedad.
“No tuve más juguetes que mis herramientas, y fue con ellas con lo que jugué toda mi vida. De joven, el menor desecho de cualquier máquina era para mí un verdadero tesoro”.
Su padre deseaba que continúe en la administración de la granja familiar, cosa que no estaba en los planes del joven Henry. Y así fue que a los 17 años, y en contra de los deseos de su progenitor, entra como aprendiz mecánico en una fábrica. En menos de un año, aprendió todo lo necesario y creyó que la mecánica ya no tenía secretos para él.
“Las máquinas son para el mecánico como los libros para los escritores. Encuentra en ellas sus ideas y, si está dotado de cierta inteligencia, lleva estas ideas a la práctica.”
Después de renunciar a su empleo en la compañía Westinghouse en donde se desempeñaba como mecánico especializado, regresó a la granja de sus padres. Allí, pasó la mayor parte de su tiempo en el taller que había montado en su adolescencia.
“Como ya no estaba ocupado cortando leña, trabajaba en mis motores de explosión, estudiando su índole y funcionamiento. Leía todos los trabajos relativos a ese tema que lograba conseguir, pero fue de la práctica de donde extraje mis mejores conclusiones.”
El espíritu emprendedor y apasionado del joven Henry parecía atrapado en la granja familiar y sus sueños lo llevaban mucho más allá de la vida rural en la cual estaba inmerso. Por esa razón, cuando recibió la propuesta de unirse como ingeniero mecánico en una de las compañías de Thomas Alba Edison, no lo pensó mucho, tomó sus bártulos y dejó la granja paterna por segunda y última vez, ya que no regresaría nunca más.
En la casa que alquiló en Detroit, su nuevo taller ocupaba casi todo el espacio. Por las noches, luego de cumplir su tarea en la compañía, trabajaba hasta altas horas en su motor de nafta. “Un trabajo que a uno le interesa jamás es duro y yo no dudo nunca de su éxito”, palabras que marcan una de las cualidades de este gran emprendedor, su inquebrantable perseverancia.
En 1892, a los 29 años, todos sus esfuerzos se materializaron en su primer automóvil a nafta. Con el prototipo, paseo por las calles de Detroit ante la mirada atónita de los transeúntes. Recorrió más de 1.600 kilómetros y sometió al vehículo a todo tipo de pruebas. Para luego vender el “cacharro” por doscientos dólares. Este fue su primer éxito, aunque el joven Henry Ford quería ir mucho más lejos.
“Mi intención no era en absoluto establecerme como constructor sobre una base tan mediocre. Yo soñaba con la gran producción; pero para eso me hacía falta una máquina superior a esa, la primera. Si uno se apura no consigue nada bueno.”
Ford seguía sus labores para la compañía de Edison cuando le ofrecieron un cargo directivo muy importante en la empresa, tendría una generosa remuneración y acceso a los más altos niveles ejecutivos. Pero había una condición, él tendría que renunciar a todos sus proyectos y dedicarse por entero a los planes de la compañía. Como era de esperarse, no aceptó el cargo, porque eso significaba abandonar para siempre sus sueños, cosa que no estaba dispuesto a hacer.
“Presenté mi renuncia, decidido a no volver a acepta jamás un puesto subalterno”.
Ahora sí, el mundo estaba muy cerca de presenciar lo que Henry Ford soñaba en aquellos años, la producción en masa de automóviles como nunca antes se había hecho.
“Poca gente osa lanzarse a negocios, porque en el fondo de sí mismos se dicen: ¿por qué lanzar tal producto al mercado, si ya hay alguien que lo hace? Yo, en cambio, me he dicho siempre: ¿por qué no hacerlo mejor? Y eso es lo que hice.”
“Yo me niego a reconocer la existencia de imposibilidades. No conozco a nadie que sepa tanto sobre un tema para decir que esto o aquello no es posible (…). Si un hombre, tomándose como una autoridad en la materia, declara que equis cosa es imposible, aparece enseguida una horda de seguidores irreflexivos que repiten a coro: es imposible”.
“Todo es posible. La fe es la sustancia de aquello que esperamos, la garantía de que podemos realizarlo”.
Fuente: “Mi primer millón”, Charles-albert Poissant, Christian Godefroy
1.- ¿De qué es paradigma Henry Ford?
2.- ¿Qué decidieron hacer con Henry Ford sus padres cuando cursaba la primaria?
3.- ¿Cuál decisión tomó Henry Ford a los 17 años?
4.- ¿Cómo relaciona Henry Ford a los mecánicos con los escritores?
5.- ¿De dónde obtuvo Henry Ford sus mejores conocimientos?
6.- ¿En dónde permaneció atrapado el espíritu emprendedor de Ford?
7.- ¿Qué hacía Ford luego de su trabajo diario en la compañía de Alba Edison?
8.- Según texto, ¿cuál es la frase de Ford que habla de su inquebrantable perseverancia?
9.- ¿Cuál fue el primer éxito de Henry Ford?
10.- ¿Qué decidió Ford cuando le ofrecieron mejor puesto con mejor salario?
11.- ¿Por qué tomó esa decisión?
12.- ¿Cuál era el gran sueño de Henry Ford?
13.- ¿Qué dice Ford acerca de que una autoridad en la materia declare que algo es imposible?
14.- ¿Crees que cualquier persona tenga oportunidades como Ford las tuvo?
15.- ¿Por qué crees que no todos tomamos decisiones como las de Henry Ford?